Estamos aquí de nuevo para hablar de una comedia de 1998 titulada “Despertando a Ned”, una producción británica-irlandesa con la que las risas están aseguradas.
Dirigida por Kirk Jones y protagonizada por David Kelly, Ian Bannen y Fionnula Flanagan presenta una historia que se desarrolla en el pequeño pueblo irlandés de Tulaigh Mhór. Allí un vecino gana la lotería y es tanta su sorpresa y alegría que muere fulminado por un infarto. Su muerte pasa inadvertida por sus vecinos hasta que un día, dos de ellos, Jackie O'Shea (Ian Bannen) y Michael Sullivan (David Kelly) se enteran por la prensa de que una persona vecina de su pueblo ha sido el flamante ganador de la lotería y deciden averiguar quién es. Jackie y su amigo Michael, con la ayuda de la mujer del primero, Annie, van preguntando a los vecinos e incluso organizan una comida invitando a todos los del pueblo con el fin de descubrir la identidad del ganador. Al no asistir Ned Devine (el muerto) (interpretado por Jimmy Keogh), van a su casa y descubren su cadáver con el boleto en la mano.
En un primer momento no saben qué hacer y esa misma noche Jackie tiene un sueño muy extraño, en el que está con Ned en una barca y este le dice que no tiene familiares que vayan a reclamar el premio y entre líneas le hace saber que su deseo es que el dinero se reparta entre todos los que viven en el pueblo.
A partir de aquí el enredo está servido: todos acuerdan cobrar el premio y repartirlo (menos una vecina quisquillosa, Lizzie Quinn (Eileen Dromey) postrada en una silla de ruedas que empieza hacer chantaje porque quiere cobrar una parte mayor) y eligen a Michael Sullivan para que suplante al muerto. El problema es que el premio resulta ser mayor del esperado y un inspector de la administración de loterías llega al pueblo para hablar con Michael (ahora haciéndose pasar por Ned) y así comprobar que no hay fraude, lo que provocará situaciones hilarantes.
Esta película la vi por primera vez en el año 2002, emitida en La 2 de TVE en su programa “La Noche Temática”. Me reí un montón, y tiene un final sorprendente, que pierde si ves por segunda vez la película porque ya te lo sabes, pero que la primera vez te deja impactado y gritas un “Tomaaaa, te lo merecías” (cuando veáis la película sabréis por qué lo digo, el final es un golpe de gracia magnífico, humor negro típico de las tierras británicas).
En conclusión, una película para pasar un buen rato, disfrutando además de los paisajes de Irlanda y sus acantilados.
Dejemos a un lado el cine y pasemos a la música. Para la parte de música, tengo preparada una lista de canciones que últimamente escucho mucho.
La primera canción es del Boss, “Sad Eyes” de su disco “18 Tracks” de 1999.
La segunda, de Oasis, “Don’t Look Back In Anger
La tercera y la cuarta, para mover un poco el esqueleto, "Holding Out For A Hero" de Bonnie Tyler" y “Stayin' Alive" de los Bee Gees.
Y no he podido evitar acordarme, al escuchar la última canción, de la versión que hicieron en “El Informal”, mítico programa que a mi juicio nunca tuvo que desaparecer. “El pelo pa’atrás”, un clásico, con las criadillas destrozadas :D